Los vecinos están en alerta en el suroeste de México después del descubrimiento de unos 32 cadáveres en menos de dos días. Se ha averiguado que 10 de ellos eran asesinos a sueldo (sicarios), y el resto civiles, policías y tres narcotraficantes.
Se afirma que dichos asesinatos se han producido por altercados en varios puntos de la localidad costera.
La mayoría de ellos presentaban heridas de bala, especialmente los sicarios que daban constancia de que habían muerto en medio de un fuerte tiroteo. Las demás víctimas mostraban fuertes heridas e incluso se descubrieron cadáveres descuartizados en bolsas de plástico.
Debido a estos graves incidentes, las medidas de seguridad se han reforzado.
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